10 de junio 2017. Quinta de Pinares. Madridejos. Toledo.

Queridos Nerea y Rubén, ¿qué más podemos añadir?, trabajar, bueno, mejor dicho compartir con vosotros el día de vuestra boda, ha sido para nosotros una satisfacción tanto en lo personal como en lo profesional. Vuestras dosis de alegría, la emoción con las que os mirabais, el lugar escogido para la sesión de fotos después de la ceremonia, fueron sin duda, los mejores ingredientes para poder realizar un trabajo irrepetible. Y qué decir del príncipe Oliver, nos cautivó desde el primer disparo en la sesión de pre boda en Aranjuez, hasta que cayó rendido en los brazos de su abuelo. Hoy ya recordamos vuestro enlace y, como siempre decimos orgullosamente, no formáis parte de nuestro elenco de clientes, sino de nuestro grupo de amigos.

Muchas gracias por la entrega con la que nos habéis premiado.